En Barcelona, donde el Torino hizo escala técnica procedente de la capital portuguesa, su entrenador, el inglés Mr. Livesley, declaraba con aire flemático a los informadores españoles en el aeropuerto del Prat:
—Esta derrota no tiene importancia. Nuestra preocupación es el “Scudetto”. Faltan cuatro jornadas y somos líderes destacados…
Horas más tarde el Scudetto estaba lejos de poder ser alcanzado físicamente, y en este partido de fútbol que es la existencia, el Torino encajaba el peor tanto de su historia: la vida de sus jugadores. Cuando ya de entre la niebla emergía Turín, el avión quebró una de sus alas contra la basílica de Superga, estrellándose. En las ventanillas, azotadas por la lluvia, no quedó espacio de luz para unas vidas ansiosas de pisar tierra firme: todos perecieron carbonizados.
Treinta y una vidas se segaron en Superga (la basílica-panteón donde reposan los restos de los primeros reyes de Italia), entre ellos, todo el equipo titular del Torino, que contaba en sus filas con diez internacionales.
Casi a la misma hora del accidente, ajenos por completo a la desgracia, se celebraba en el Hotel Nacional, de Madrid, una cena entre los miembros del Real Madrid y el Milan, cuando llegó un telegrama urgente del presidente del club milanés que fue entregado por el conserje al entrenador del equipo, Dugano. El telegrama decía escuetamente: “Regresen en tren”. Ante la extrañeza de Dugano, y creyéndose que se trataba de una broma del algún aficionado molesto por la derrota, un directivo llamó por teléfono a Milán. “El Torino ha caído…”
El Torino se había proclamado campeón durante las últimas cuatro temporadas. Pudo haber ganado más títulos, de no ser por el parón que sufrió la Liga italiana a causa de la segunda guerra mundial. Era el mejor equipo y el mejor rival. Dos años antes, Italia había vencido a Hungría por 3 a 2, con diez jugadores del Torino. Todos, menos el portero, Sentimenti IV, que pertenecía a la Juventus, también de Turín. En aquella época, el Torino era “el mejor equipo jamás conocido”. Dos días después del accidente se reunió el Consejo Federal y llegó al acuerdo de dejar que el Torino alineara a su equipo juvenil, por lo que conquistó el “Scudetto” a título póstumo. La recuperación del equipo fue lenta, logrando en 1976 su única Liga desde la catástrofe.
El historial del Torino en las competiciones europeas es apenas relevante, si bien llegó hasta las semifinales de la Recopa en 1965, cayendo eliminado por el Munich 1860. Slovan de Bratislava (1969) y Glasgow Rangers (1972), a la postre futuros campeones del torneo, eliminaron al Torino en los cuartos de final de la Recopa. Equipos españoles como Las Palmas (Temp. 72-73) y Sporting de Gijón (Temp. 78-79) eliminaron al equipo transalpino en los 32avos de final de la Copa de la UEFA. Los insulares le endosaron un 4-0, la derrota más abultada recibida por los ‘toros’ en competición continental. La única final disputada hasta la fecha por el club italiano fue la Copa de la UEFA en 1992 contra el Ajax de Amsterdam, trofeo que se fue para las vitrinas del club holandés, entrenado por aquel entonces por Louis Van Gaal, ‘viejo conocido’ de la afición blaugrana. Recuerdo tres nombres de ese Torino que disputó la final continental hace nueve años: Torricelli –que más tarde pasó a engrosar las filas de la Juventus–, el belga Vicenzo Scifo y el español Rafael Martín Vázquez, ex del Real Madrid. Precisamente el equipo blanco cayó derrotado a manos del Torino en las semifinales del torneo continental. Muchos aún recordarán que tras la celebración del partido del Santiago Bernabeu falleció Juanito en accidente de tráfico.
En las vitrinas del club turinés se lucen con orgullo 7 Ligas y 5 Copas de Italia, amén de otros muchos trofeos de menor entidad. La Copa de Italia de 1993 fue el último título importante conseguido por el Torino. El trofeo les sirvió para participar en la Recopa 93-94, donde cayeron ante el Arsenal londinense, a la postre campeón del torneo. A partir de ahí el club cayó en un letargo del que despertó en mayo del año 2001, cuando el club que viste el color de la sangre de toro se proclamó campeón de Liga de la Serie B –equivalente a nuestra segunda división– con 73 puntos, tres más que la Reggiana. Los grandes héroes del pasado perecieron para ser recordados siempre… Tal vez los jugadores actuales, pese a estar vivos, caigan en el olvido, aunque en la vieja Turín el viento siempre trae susurros de esperanza…
LOS CAPOCANNONIERES DEL TORINO
AÑO JUGADOR
1946.- CASTIGLIANO
1947.- VALENTINO MAZZOLA
1973.- PULICCI
1974.- PULICCI
1975.- PULICCI
1977.- GRAZIANI
PALMARÉS
1927.- CAMPEÓN DE LIGA –revocado-
1928.- CAMPEÓN DE LIGA
1936.- CAMPEÓN DE COPA
1943.- CAMPEÓN DE LIGA
CAMPEÓN DE COPA
1946.- CAMPEÓN DE LIGA
1947.- CAMPEÓN DE LIGA
1948.- CAMPEÓN DE LIGA
1949.- CAMPEÓN DE LIGA
1960.- CAMPEÓN DE LIGA -SERIE B-
1968.- CAMPEÓN DE COPA
1971.- CAMPEÓN DE COPA
1976.- CAMPEÓN DE LIGA
1990.- CAMPEÓN DE LIGA -SERIE B-
1991.- COPA MITROPA
1992.- FINALISTA DE LA COPA DE LA UEFA
1993.- CAMPEÓN DE COPA
2001.- CAMPEON DE LIGA -SERIE B-
LA LENTA RECUPERACIÓN
DESDE SUPERGA AL TÍTULO DE 1976
1950.- 6
1951.- 15
1952.- 12
1953.- 10
1954.- 9
1955.- 9
1956.- 9
1957.- 5
1958.- 7
1959.- 17 Desciende a 2ª
1960.- 1 Asciende a 1ª
1961.- 12
1962.- 7
1963.- 8
1964.- 7
1965.- 3
1966.- 10
1967.- 7
1968.- 7
1969.- 6
1970.- 7
1971.- 8
1972.- 3
1973.- 4
1974.- 3
1975.- 3
1976.- CAMPEÓN
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